Es la especie más abundante en la Península Ibérica de esta familia. Como se puede observar en el ejemplar, su concha tiene forma globosa de gran tamaño, de color castaño claro con o sin bandas oscuras anchas a lo largo de toda la concha, por lo que la coloración varía bastante de unas zonas a otras. Presenta un peristoma delgado y cortante.
Habita en ambientes montañosos con pinares y también en zonas de estepa con matorral mediterráneo. Llega hasta los 1.800m, aunque también puede encontrarse a nivel del mar. Es una especie autóctona de la península ibérica ocupando principalmente la mitad oriental.
Durante el verano suele hacer estivación y, durante el invierno, hibernación. Gracias a esos descansos en los que su metabolismo decrece para evitar la pérdida de energía, consigue pasar las etapas menos favorables del año. Para ello, normalmente se oculta bajo rocas o en partes bajas de la vegetación arbustiva. También puede enterrarse.