La “Noche Europea de los Soñadores” suena bien y puede incluso que refleje aún mejor lo que para muchos de nuestros investigadores, si no, la mayoría, es un modo de vida. Investigar es más que rodearse de pizarras, matraces, ordenadores y libros. Investigar es BUSCAR con mayúsculas, explorar, encontrar y seguir buscando, en lo desconocido, respuestas al pasado y esperanzas de futuro.


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Carmelo Rodríguez Torreblanca

Rector de la Universidad de Almería.

¿Investigadores o soñadores?

La “Noche Europea de los Soñadores” suena bien y puede incluso que refleje aún mejor lo que para muchos de nuestros investigadores, si no, la mayoría, es un modo de vida. Investigar es más que rodearse de pizarras, matraces, ordenadores y libros. Investigar es BUSCAR con mayúsculas, explorar, encontrar y seguir buscando, en lo desconocido, respuestas al pasado y esperanzas de futuro.

Por este motivo creemos que es especialmente importante que Sociedad e Investigación se encuentren, se mezclen y se emocionen (sueñen) juntos. Es la divulgación con mayúsculas, enseñar aquello en lo que trabajan nuestros investigadores durante sus interminables jornadas laborales. Es un esfuerzo extra por su parte por mostrar lo que hacen, lo que sueñan, lo que persiguen. Es tratar de abrir los ojos y la mente de la sociedad a la verdad de la ciencia: La ciencia explica el pasado y persigue el futuro; un futuro mejor para TODOS.

Como Universidad formamos, enseñamos, profesionalizamos. Pero también como Universidad canalizamos el talento y el esfuerzo de nuestros investigadores a la Sociedad. Devolvemos con creces lo que la Sociedad deposita en nosotros, avanzando en el conocimiento y poniéndolo a disposición de personas, instituciones y empresas. Por lo tanto, no debemos faltar nunca a un evento como este; nos debemos a nuestra sociedad porque somos parte de ella (y queremos creer que una parte importante).

Todo esto nos hace pensar en ser un poco románticos y “humanizar” el papel de los investigadores en nuestra sociedad nombrándoles soñadores. Y creedme cuando digo que son soñadores empedernidos que luchan cada día por ver reconocida su labor. Porque saben que la investigación es esencial para nuestro progreso como sociedad y como especie. Saben que sin ciencia no hay futuro, no hay curas para las enfermedades, no hay nuevas generaciones de móviles, no hay mejores alimentos, no hay solución al cambio climático.

Nuestro personal investigador, nuestros soñadores, desean dar a conocer su labor, despertar el interés de los niños (y no tan niños) y que alguno de ellos, algún día, diga “yo quiero seguir soñando por mi sociedad” como ellos hacen.

Es un trabajo, el de investigador-soñador, muy duro y que exige muchos sacrificios, personales, económicos y profesionales. Sólo la motivación del saber puede mover a alguien a seguir así, día a día, ampliando las fronteras del conocimiento. Y si hay algo más motivador que aprender puede que sea enseñar lo aprendido, y así seguiremos, soñando, por una noche, que todos sueñan con nosotros en una sociedad de saber y de ciencia.