Clitemnestra "invita" a Casandra a bajar del carro, el corifeo le insiste para que obedezca, pero ella no reacciona, quizá por desconocer la lengua. En el 1071 Clitemestra entra en el palacio y comienza un kommos (v. 1072-1178, Coro y Actor cantan). Con esta escena llegamos al clímax de la obra. Las visiones de la profetisa no son creídas, como es la tradición, por el Corifeo, repitiéndose los motivos una y otra vez: niños devorados por sus padres, el baño, la red, el toro y la vaca. La visiones de Casandra es el último eslabón de la cadena de causas que sólo pueden acabar con la muerte de Agamenón. Su función es la de poner de relieve la culpa personal de Agamenón, complemento de la culpa heredada que contribuye a la caída del héroe. Casandra es el símbolo de la ciudad conquistada y, al tiempo, la que recordará al coro y al público los horribles crímenes que han cometido los Atridas. La fuerza plástica con que Casandra evoca la maldición que ha caído sobre la casa de Atreo prepara el ánimo para el último eslabón de la cadena: la muerte de Agamenón a manos de su esposa