Temístocles	Cimón

Política antiespartana: Temístocles

 La política exterior de Atenas era la que representaba Temístocles; sus opositores no sólo no habían desaparecido sino que colaboraban activamente en esta táctica militar marítima. Arístides era el representante de esta tendencia opuesta. A pesar de ello (nos falta quizá información), el Areópago, como órgano aristocrático, fue adquiriendo poder, así como estos representantes de los intereses terratenientes. Temístocles se mostró desde el principio abiertamente hostil a los espartanos y, dado que se consideraba inevitable un conflicto con Esparta, fomentó la idea de la reconstrucción y fortificación de la ciudad, levantando unos grandes muros que llegarían hasta el Pireo, lo que permitiría garantizar el abastecimiento de la ciudad, en caso de asedio. Esparta se negaba a ello, pero, bien por la astucia de Pericles, o por otra razón, los muros se continuaron, haciendo de Atenas una ciudad segura, a la par que hegemónica, en pie de igualdad con Esparta.

Fortificación de Atenas y el Pireo

En esa línea, se mostró partidario de una intervención en favor de arcadios y eleos, que habían abandonado la Liga Peloponésica. de Argos, enemiga de Esparta, incluso de llegar a una aproximación con Persia, a fin de debilitar a Esparta. Murió Arístides y fue sustituido por Cimón, hijo de Milciades, el vencedor de la batalla de Maratón. Su primera víctima sería el propio Temístocles, quien en 471 fue sometido a ostracismo y buscó refugio en Argos y después en Persia. Cimón continuó la política del partido conservador, basada en la prosecución de la guerra con los persas y el mantenimientode la amistad con Esparta. Como ejemplo de lo primero está la victoria de Cimón en 468 en el rio Eurimedonte, en Panfilia, al sur de Anatolia; pero también la flota fue consagrada a propósitos menos legítimos: tal era la compulsión contra los estados libres para que ingresaran en la Liga a la fuerza, o el castigo contra los que querían separarse (Naxos 469 y Tasos 463). Los demócratas, dirigidos por Efialtes, poco podían hacer contra Cimón. En este sentido su política consistió en transformar las contribuciones de barcos por dinero y, poco a poco, interferir en los asuntos internos de los aliados. Mientras Esparta asistía impotente: en 464 se vio destrozada por un terremoto, ocasión que aprovecharon los hilotas mesenios para sublevarse. Esparta pidió ayuda a Atenas y Cimón, en cumplimiento del segundo punto de la política del partido conservador, acudió con 4.000 hoplitas. Pero la expedición fracasó al pie del monte Itome.

Tribunal del Areópago

Aprovechando la ausencia de Cimón, Efialtes, que era un hábil político, arremetió contra el Areópago. el antiguo Consejo aristocrático y conservador (desde Solón estaba constituido a título vitalicio por ciudadanos que habían pasado por el arcontado), que en la práctica ejercía la totalidad del poder político, administrativo y judicial, especialmente por el derecho de veto, privilegio encomendado desde Solón como órgano encargado de la protección de las leyes. Esta función fue traspasada a la Asamblea, con la institución de la graphé paránomos, procedimiento que permitía a cualquier ciudadano ateniense recurrir ante la Asamblea popular contra cualquier medida o proyecto de ley que estuviese en desacuerdo con las leyes o el interés público. La competencia del Areópago quedó limitada a delitos de homicidio y de índole religiosa. A su regreso Cimón trató de anular todas las reformas emprendidas en su ausencia, pero no sólo fracasó en su intento de oponerse a Efialtes, sino que en el 461 fue sometido a ostracismo, mientras la fragilísima alianza con Esparta se deshacía. Sin embargo, en ese mismo año las radicales reformas de Efialtes le costaron la vida, y fue asesinado, víctima sin duda de sus adversarios políticos. La desaparición de ambos dejó el camino abierto a un joven político del partido democrático, seguidor de Efialtes (tuvo un papel secundario en el proceso contra Cimón del 463), de nombre Pericles.