Reconstrucción de un núcleo de población
Comunidad humana

 

La crisis de la institución monárquica correspondió el nacimiento y difusión de la Pólis, entendida como organización de vida en común, se considera una característica propia de la civilización griega. Su formación se inició a finales del s. IX o comienzos del VIII a.C. y se prolongó, en ciertos casos, hasta la época clásica. Muchas de las cuestiones que se abordarán a continuación se enmarcan en el ámbito de la Polis como Ciudad-Estado independiente. De ahí la necesidad de aclarar este concepto, cómo surge, cómo se estructura y, especialmente, cómo evoluciona. La Ciudad presenta una notable uniformidad estructural aun cuando sus regímenes políticos, el ritmo del desarrollo económico, intelectual, cultural e, incluso, ideológico varíen considerablemente. Si bien cuesta trabajo encontrar una definición que permita circunscribir el mundo de la Ciudad, los antiguos no tenían dudas a la hora de aplicar correctamente el término, de modo que no experimentaron la necesidad de definirlo. Pero sus usos nos muestran que, ante todo, se trataba de una comunidad humana: no era Atenas, Esparta o Megara las que tomaban una decisión o firmaban un tratado, sino los atenienses, espartanos o megarenses.

La Ciudad griega presenta una notable uniformidad estructural, a pesar de sus regímenes políticos, desarrollo económico o cultural, etc. No eran las murallas o el comercio lo que cohesionaba esta institución, sino que se trataba sobre todo de una "comunidad humana". Así, un griego antiguo sólo podía expresar la idea de Atenas en cuanto comunidad política diciendo "los atenienses"; el vocablo "Atenas" nunca significó más que un punto en el mapa, una simple noción geográfica.
La “ciudad” no la inventaron los griegos, ni siquiera la “ciudad-Estado” o Pólis (en Oriente, Próximo, en Creta, etc., ya existía un proceso urbanizador). Pero hasta ahora estuvo siempre supeditada a la construcción de grandes imperios territoriales. Aunque Hesiodo no la menciona específicamente, sus demandas de justicia social contra los abusos de la nobleza implican la existencia de una comunidad política organizada, en la que incluso los “reyes” (basileus) siguen conservando tal nombre; de hecho, Hesiodo circunscribe el contenido de su obra al funcionamiento autárquico de los que a continuación denominaremos oikos, pero su exigencia de justicia se dirige a la nobleza residente en la ciudad. Por tanto, aunque dudemos de la existencia de Póleis en la obra homérica, es indudable la situación descrita en la hesiódica, lo que lleva a pensar que a lo largo del s. VIII, si no antes, debió configurarse este nuevo sistema “político”.

Estructura física

 El mundo griego, como el romano, es un mundo de ciudades, a las que los antiguos consideraban ya símbolos de la vida civilizada. Pero no todos los conjuntos urbanos tenían la misma categoría. La ciudad es tan sólo el núcleo urbano principal dentro de un “territorio” de “aldeas” y es, precisamente la aldea la que constituye el núcleo originador de la Polis mediante la agrupación de estas aldeas, proceso que los antiguos denominaron "sinecismo" (de sun = “con” -preposición- y oikos "casa"). La “aldea” (kóme) era un núcleo urbano menor, pero con entidad propia respecto de la ciudad, formada por agrupación de aldeas. La “ciudad” o núcleo urbano (asty) y el territorio circundante (khora) donde se ubican las aldeas constituyen la Ciudad-Estado (pólis), caracterizada no ya por su potencial demográfico, ni por sus funciones defensivas, sino por ser el lugar donde se ubican sus instituciones políticas (Asamblea, Consejo, Magistraturas, etc.) y religiosos. El área urbana se configura cuando el núcleo habitado se distribuye en “espacios” con funciones claramente diferenciadas:
    • Económico en torno al ágora o plaza pública, lugar de reunión de campesinos y luego mercado.
    • Religioso, en torno al templo de la divinidad poliada o protectora de la ciudad, situado generalmente en la acropolis (“polis elevada”).
    • Público, reservado en principio a la residencia del rey y después a edificios institucionales donde se reúnen las asambleas o consejos.
    • Privados, en el que se ubican las viviendas de los particulares, ya interno o externo (khora).
Por lo general, las poleis griegas solían ser de reducido tamaño. Ya que su extensión media no solía pasar de los ochenta Km. cuadrados. Algunas, como Orcómenos y Platean se hallaban a 30 y 15 Km. de distancia, respectivamente, de Tebas, lo que provocaba inevitables conflictos. Otras, como Esparta (8.400) y Atenas (2.650), eran casos excepcionales. El número de habitantes era exiguo también, si bien lo importante era el de ciudadanos que participaban activamente en la vida política. Los propios griegos consideraban ideal un número no superior a 10.000. La Polis incluye tanto el núcleo urbano (asty) como el territorio circundante (khora) en el que se ubican las aldeas. No hubo oposición, ni menos sumisión, entre lo rural y lo urbano. Muchos residentes urbanos vivían de las rentas de sus campos que a menudo explotaban directamente, mientras que muchos aristócratas (los verdaderos gobernantes) vivían en el campo. Lo que sí podía diferenciar a una Polis de otra era la extensión de su territorio, que constituía la base económica de la misma; así, Esparta controló gran parte del Peloponeso, y Atenas toda la región del Ática, mientras que las ciudades del Istmo (Corinto, Megara) tuvieron que disputarse un territorio mucho menor, máxime teniendo en cuenta que entre ellas ni existían barreras naturales. En todo este proceso se observa como el genos, la unidad gentilicia de base consanguínea, que reunía artificialmente a cuantos se suponen descendientes de un antepasado común (mítico, por lo general) y cuyas posesiones (las de sus miembros) radican en una misma zona, va dando paso a una comunidad territorial en torno a la aldea.

Estructura sociológica

 Los ciudadanos (politai) son el elemento clave de esta nueva configuración. En cierto modo, podemos decir que no hay ciudades sino ciudadanos. Es el elemento clave de esta nueva configuración que es la Polis, los politai o ciudadanos. Pero éste es un concepto de status, dado que en las respectivas ciudades había también una población no ciudadana y, en algunos casos, sometida. Niños, mujeres y extranjeros residentes fueron sistemáticamente excluidos de la ciudadanía. Al principio, en la fase de formación de la Polis, el requisito de acceso a la ciudadanía fue la posesión de tierras en la chora correspondiente, pero después ésta se abrió a grupos no propietarios de tierras. De todos modos, dentro incluso del marco de la ciudadanía había una clara diferencia entre ciudadanos "pasivos", que como tales controlaban la vida económica, social y política de la comunidad, y los "activos", aquellos que intervenían directamente en la gestión del Estado (¿clase política ?). Durante el periodo que va de Homero a Pisístrato (en líneas generales, del 700 al 500) la sociedad griega experimentó cambios importantes que configuraron una estructura piramidal.
    § 1º Estrato.- La cúspide de esta estructura estaba ocupado por las familias nobles, que debían su condición a ser descendientes de un linaje ilustre, bien denotado con los epítetos que se le atribuyen (eugennetai "bien nacidos", eupatridas "de buen origen").
    § 2º Estrato.- Corresponde a los ciudadanos ricos, descendientes de un genos no noble, quienes en el lenguaje literario son denominados a menudo agathoi "los buenos".
    §3º Estrato.- Incluye el resto de los ciudadanos (politai), sean campesinos propietarios, artesanos (demiourgoi) o simples productores no propietarios (thetes); todos ellos constituyen el grupo de ciudadanos "pobres", pero privilegiados respecto a los grupos sociales que todavía no han conseguido acceder a la ciudadanía. Con frecuencia son denominados kakoi "malos" o genéricamente los "muchos" (polloi).
    § 4º Estrato.- Lo forman los extranjeros no ciudadanos con residencia temporal (xenoi) o permanente (metoikoi).
    § 5º Estrato.- Finalmente, en el estrato 5 están los esclavos (douloi) y en general los no libres.
Las instituciones políticas básicas fueron en todo los casos la Asamblea, el Consejo y las Magistraturas, si bien la incidencia de cada una de ellas fue diferente según el régimen político, desde la monarquía o la tiranía a la oligarquía o la democracia. La Asamblea está formada por todos los ciudadanos con derechos políticos encargados de votar las leyes o tomar decisiones que afectaban al conjunto de la comunidad; en los regímenes más abiertos su intervención fue decisiva, mientras que en los más cerrados quedó supeditada a las decisiones de un Consejo, constituido por un grupo selecto de ciudadanos, a menudo encargados de preparar los proyectos de ley. En ésta se elegía también a los Magistrados, encargados de la gestión pública de la comunidad y a la que debían rendir cuentas de su actuación. Sus funciones fueron naciendo, por reducción del poder real, conforme las necesidades de una comunidad cuyo carácter político se consolidaba y estructuraba, quedando el rey (basileus) con su función esencial: vincular a la comunidad con los dioses. Eran propiamente los jefes de la ciudad, pero no sus soberanos. Al final de los siglos oscuros nos encontramos con una estructura social, bastante reflejada en los poemas homéricos, formada por oikos ("casa"), que era fuente de poder y prestigio para el noble. Comprendía la tierra y el ganado, pero además la gran casa donde moraban el noble y su familia, junto con un grupo de personas de diversa consideración que dependían en mayor o menor grado de aquél; los hetairoi o “compañeros” del noble, que tanto en guerra como en paz formaban su séquito. El oikos trataba de ser autártica, bastarse a sí misma en la producción de lo necesario. Para el pastoreo y labranza, así como el servicio de la casa, había jornaleros llamados thetes, que no tenían propiedad personal, pero jurídicamente libres.

Estructura gentilicia

 Sobre la organización social antedicha que se cimentaba en la posesión de tierra, se superponía otra forma de relación social: los lazos de parentesco, constituyendo el génos (“clan”), clanes de oikoi cuyos miembros se consideraban descendientes de un antepasado común, que llevaban colectivamente un nombre derivado del que portaba dicho antepasado, al que se le consagra un culto celebrado también colectivamente. Generalmente se trataba de un antiguo héroe y, si el génos era muy importante podía ostentar una importante divinidad en la cima de su árbol genealógico. El jefe del génos era el mayor de los varones en la línea masculina, con el consentimiento de los demás integrantes; era el jefe religioso, encargado de realizar el culto al antepasado y a las divinidades, y también el juez que sancionaba a los hombres libres del génos, con la ayuda de una serie de normas consuetudinarias (themis) a las que se atribuía un origen divino. El crimen era el delito máximo y exigía reparación por medio de la venganza de sangre que obligaba a la solidaridad del grupo, tanto del ofensor como de la víctima. Este procedimiento llevaba a sangrientas luchas entre clanes, por lo que se sustituiría por la expulsión del génos para el culpable. En síntesis, los lazos gentilicios fueron otra forma de encuadramiento social que se superponía a la proporcionada por el oikos y en consagraba el poder del noble. En una época en que la justicia y la protección del Estado eran prácticamente inexistentes, tales resortes debían asegurarse por esos tipos de vinculación personal, que hacían de un grupo de nobles los dueños absolutos de la justicia, la guerra y el culto a los dioses. Esta situación planteaba serios problemas a quienes no pertenecían a estos cuadros, por lo que había otra organización colocada por encima del génos y denominada phratría (“hermandad”). En ella aparecían agrupados varios génos quizás alrededor de un predominante. Finalmente varias phratrías aparecían unidas una phyle (“tribu”); en este marco estaban ubicados, bajo la jefatura de los nobles, todos los hombres libres en la guerra, actividades de culto y administración de justicia. Se conservó la formación de cuatro tribus entre los Jonios (caso de Atenas) y tres entre los dorios.
 

Estructura física

Estructura social

Estructura política

Estructura sociológica

Pólis

("Ciudad-Estado")

 

Rey

Magistrados

Eupatridas

Polités ("ciudadano")

Consejo

Agathós

asty ("urbe")

Phýle ("tribu")

Asamblea

Demiourgos

Thétes

Kakós

Phratría ("hermandad")

kóme ("aldea")

Génos ("Clan)

Oikos ("casa")

Khóra ("territorio")

 

 

metoikos, xénos ("extranjero")

No ciudadano

doulos ("esclavo")