Dorios, jonios, eolios

 Llegados del Norte, los dorios, indoeuropeos, como los aqueos y los "pueblos del mar", reconocían los mismos antepasados que los aqueos. Según la leyenda, los griegos descendían de un padre común, Heleno, entre cuyos descendientes figuraban Eolo, Doro, Aqueo e Ión; de ahí las divisiones de estos en eolios, doios, aqueos y jonios. En todo caso, la conquista doria, que no fue fácil, fue posible porque los dorios, que eran mucho más atrasados que los pueblos que sojuzgaron, poseían, en cambio, la técnica del hierro.

Evolución de los diferentes migradores (Aqueos, Dorios y Jonios)

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Los primeros movimientos se produjeron entre los siglos XII-XI. Los tesalios se abrieron camino desde el Sur del Epiro a la Tesalia occidental, de donde expulsaron a los beocios, que invadieron, a su vez, la región que desde entonces ha tomado el nombre de Beocia, imponiéndose a sus habitantes, los cadmeos. Los dorios emigraron desde la Dóride (entre los montes Eta y Parnaso) y, a través del golfo de Corinto, invadieron el Peloponeso. La confusión y el caos se adueñaron de la península griega durante casi dos siglos. Sólo la montañosa Arcadia, en el centro del Peloponeso, y el Ática, por su posición de relativo aislamiento respecto a las rutas de los invasores, consiguieron mantener su independencia, conservando parte de las tradiciones micénicas. Bandas de dorios en pos del botín se hicieron a la mar y se establecieron en las islas meridionales del Egeo y Asia Menor occidental, introduciendo el uso del hierro y sustituyendo en sus cerámicas las suaves formas micénico-cretenses por motivos geométricos. Grupos de eolios, arrojados de sus tierras de Tesalia y Beocia por las invasiones, acabaron estableciéndose en Asia Menor, en la llamada Eolia (cerca de la Tróade) y en las islas de Ténedos y Lesbos (frente a la costa de Anatolia). Grupos jónicos, refugiados al principio en la montañoza y poco accesible Acaya, pasaron posteriormente al Ática, que había resistido los ataques de los dorios del Sur, y desde allí a las costas de Asia Menor, a la región conocida como Jonia. Otro emigrantes llegaron a las costas del Sur de Italia, Sicilia y Norte de África. En todo caso, la caída de los aqueos favoreció a los fenicios, que se dispusieron a ocupar su lugar en la navegación y el comercio.
Las relaciones entre dominadores y dominados fueron muy variadas: en algunas regiones la supremacía de los dorios fue total, quedándose relegados los vencidos a la condición servil o poco más o poco más, adscritos a la tierra, como ocurrió en Esparta, que así quedó convertida en "tipo" de esta clase de sociedad. En otras ciudades como Argos o Sición se alcanzaron ciertos pactos. Pero lo innegable es que todo esto determinó una amplísima expansión colonial por las islas del Egeo y la costa de Asia menor. Pero debe tenerse en cuenta que mucho antes de esta época había existido otra colonización por los mismos territorios. Lo que se produjo fue una ampliación de la zona colonial. Las regiones donde se asentaron ofrecían la ventaja de ser tierras ricas para la explotación agraria, con una geografía semejante a la de Grecia continental y se encontraban además infrapobladas y carentes de una organización política fuerte, ya que el Imperio Hitita y otros pequeños reinos del occidente de Anatolia se habían desvanecido ante el empuje de los pueblos invasores contemporáneos a los dorios. No conviene olvidar que, durante la expansión mi­cénica, estas regiones eran conocidas y visitadas por los griegos y que incluso hubo algún asentamiento micénico en Asia Menor, pero el grueso de la colonización se desarrolló desde el siglo Xll al IX.
¿Qué significó para Grecia la invasión doria? Las consecuencias fueron importantes; podemos sintetizarlas en las siguientes: caída del poder político aqueo que fue acompañado de una disminución de la población aquea y de una pérdida, lenta pero real, de gran parte de las instituciones que caracterizaban a la Grecia predoria; la disgregación política predominó con el consiguiente debilitamiento de los intercambios comerciales; se considera igualmente que, con los dorios, Grecia llegó al conocimiento de las técnicas de explotación y manipulación del hierro. Las tensiones políticas y los enfrenramientos militares frecuentes de los primeros siglos, unidos al natural aumento demográfico de las poblaciones de griegos predorios y dorios, determinaron que una parte de los habitantes de Grecia continental se vieran obligados a trasladarse a las islas del Egeo y a la costa occidental de Asia Menor para asentarse allí: es la llamada primera colonización griega. Y, finalmente, la ciudad‑estado o polis aristocrática fue la fórmula de organización política que empiezan a crear los pueblos griegos de los siglos inmediatos a las invasiones.