ÉXODO (1123 1332) Hécuba/Taltibio/Corifeo/Coro.- Se abre con una resis de Taltibio en que transmite las últimas órdenes de los aqueos: la flota está a punto de partir, aunque Neoptólemo ya ha zarpado llevándose a Andrómaca y dejando el encargo de que entierren al niño. A continuación Hécuba pronuncia una oración fúnebre llena de patetismo sobre el cadáver y a ésta sigue un diálogo epirremático con el Coro que constituye un treno por el niño (aunque hay una nota de consuelo: ¡sus males al menos serán objeto de canto para los venideros!). De nuevo entra Taltibio dando órdenes a los aqueos de que pongan fuego a Troya, y a las prisioneras y Hécuba que los sigan, pues ya va a zarpar la flota. Y se inicia el último treno, que cantan, en diálogo lírico, Hécuba y el Coro: esta vez por Troya, que arde y se derrumba para siempre.