EPISODIO 1º (235-510) Hécuba/Taltibio/Corifeo/Casandra.- Formalmente muy variado, comienza con un epirrema entre Taltibio y Hécuba en que aquél anuncia que ya han sido sorteadas. Hécuba quiere enterarse del destino de cada troyana y el heraldo le comunica el de Casandra, el de Políxena (con palabras veladas le da a entender que ha muerto sacrificada, pero Hécuba no lo entiende), el suyo propio como esclava de Odiseo. Cuando el Corifeo pregunta por el de las muchachas del coro, el heraldo las interrumpe y reclama la presencia de Casandra. En este momento divisan la luz de una antorcha y aparece la joven sacerdotisa, que canta un himeneo, llena de una alegría salvaje porque su unión con Agamenón va a ser la ruina de la familia de Atreo. Después del canto lírico, Casandra se extiende en dos largas resis, en las que expone, ya con un talante sereno y frío, la tesis de que los verdaderos perdedores de la guerra son los griegos: en el pasado, durante la guerra, porque sufrieron mucho más que los troyanos, al estar lejos de su patria; en el futuro, porque les aguardan calamidades sin cuento, especialmente a Odiseo y Agamenón. La intervención de Casandra parece un auténtico agón pero, aunque Taltibio está presente, no hay oponente: el heraldo se limita a amenazar a Casandra y a censurar a Agamenón por haber elegido como concubina a tal fiera. El episodio termina con una larga Resis de Hécuba, en que vuelve a exponer sus desgracias.