Ser joven definitivamente es delito. Nadie es inocente

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Volumen 12. DICIembre 2009.

Social

CGT boletín Informativo en la UAL

 

Desde que el tiempo es capitalismo, puede que antes, ser joven con tendencias zurdas viene siendo un delito. Eso lo oíamos ya cuando algunas éramos jóvenes, allá tan lejano en el tiempo como en la mitad de los ochenta.

Tiempos "viejunos" en los que las paredes de las calles lo denunciaban pero hoy es una constatación demasiado manifiesta en las abrumadoras como obscenas cifras de jóvenes detenidos y detenidas por sus ideas independentistas. Evidentemente no es está la acusación que este Estado "de" sin"Derecho"s sino la de pertenencia a una organización que sólo hace política pero que han decidido que esa política es constitutiva de delito pues se la ha clasificado como "organización terrorista" y por tanto se la ha ilegalizado. Precioso
axioma, si se me permite la ironía.

Mañana viernes hará una semana que salíamos a denunciar la última macroredada contra más de una treintena de jóvenes. Esta misma semana se entregaban en la Audiencia Nacional algunas de las personas que no fueron localizadas por la Fuerzas de Seguridad del Estado. Esto según me comentaban el fin de semana pasado es una forma de evitar la incomunicación y la consiguiente tortura. Tortura que por lo visto no han podido eludir sus compañeras detenidas.

Son muchas las ocasiones que he coincido con infinidad de gente que en los montones de encuentros
de Baladre o Zambra que me preguntaban por cómo estaban las cosas por "allí arriba". Una que puede ser cualquier cosa pero desde luego no una analista política trataba y trata de contar sus sensaciones elaboradas con la suma de las sensaciones y experiencias de las personas que la rodean, batidas con un poco de información aparecida en prensa y nunca servida fría. Pues si algo trato de transmitir es que detrás de tanta política de sillón o poltrona hay personas en situaciones de sufrimiento e injusticia. Siempre, a la vuelta, te queda la sensación que eres una pesada siempre hablando de eso pero este fin de semana pasado he comprendido que por mucho que pueda decir o expresar siempre va a ser difícil explicar la cruda realidad de represión y control social al que están/estamos sometidas un número importante de personas cuyo único "delito" es realizar cotidianamente actos y acciones políticas en una apuesta personal por un cambio social.

 

El contacto reciente con una nueva generación de jóvenes de mi pueblo me ha llevado a vivir ésto que comento. Son jóvenes implicadas en el cambio social y personal y aunque no comparta sus ideas en lo que ellas llaman "la construcción nacional de Euskal Herria". Son personas que se lo baten cada día en un escenario difícil de gran represión y control. Son jóvenes abiertas a nuevas ideas y perspectivas, dispuestas a aprender de todas las personas y colectivos por muy alejadas de sus ideas que estas parezcan. Este contacto me ha llevado a compartir con ellas estos duros momentos y a tratar de colaborar con lo que una puede colaborar, como cubrir las movilizaciones para informar de ellas en Internet y estar en las concentraciones y manifestaciones que se realizan. He podido sentir con ellas sus sentimientos hacía estas situaciones, su rabia, su impotencia, su dolor (uno de los detenidos era el compañero de una compañera del colectivo feminista del pueblo).

 

En esas estaba el viernes pasado sacando unas fotos de un pequeño grupo de estudiantes que se dirigían desde el centro de estudios hasta una plaza en el centro del pueblo donde se celebraba una concentración. Una concentración no comunicada como se las llama por aquí, es decir, como dirían antaño, sin permiso, vamos, ilegal. En esto que este grupo se cruza con una patrulla de la Ertzantza. Al momento antes de poder encender la cámara de fotos un agente sale como un energúmeno y un colega que se queda retrasado es agarrado sin contemplaciones por la nuca y el pelo. Varios minutos en esta posición después de haber sido empujado contra la puerta de una entidad bancaria es introducido en el coche patrulla. Minutos más tarde es soltado justo al lado donde se estaba produciendo la concentración. Una concentración que estaba siendo grabada desde la "lechera" que estaba en la plaza ironía del destino justo en frente de la comisaría de la Policía Nacional que con cámaras propias seguro grababan la concentración. Sin dos no hay tres y esa misma tarde en la manifestación que se celebraba para denunciar la detenciones de esa misma semana me entero que el Gobierno Vasco tiene un piso "franco" desde donde la Ertzantza nos filmó y nos fotografió. Cuan de grande es mi dossier o mejor dicho mis dossieres, uno por cada "cuerpo de seguridad" sólo ellos lo saben y espero no verlo ni saber si he sido retratado desde mi perfil bueno pues supondría que he "sido invitado" a pasarme por alguna de "sus oficinas".

 

¿Qué he hecho yo para tener ser objeto/sujeto de estos álbumes de fotos? Pues lo que llevo haciendo todos estos años, poner mi granito de arena en el cambio social. Lo que muchas de vosotras pero desgraciadamente en estos lares como decía la canción "Hoy puedes ser terrorista-solo por estornudar, cualquiera que se resista-un terrorista será". Pero esto no parece ser algo propio pues en "lugares tan aparentemente alejados" como en el norte de África, en Las Canarias, se está repitiendo la estrategia de la criminalización vía medios de comunicación con el fin de ir generando un buen caldo de cultivo donde pasos posteriores como la represión sean justificados socialmente como lo "justo y lógico" y por supuesto lo que se merecen.

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