Pilas
Usadas
Ubicación de los Contenedores
EDIFICIO |
LOCALIZACIÓN
DE LOS CONTENEDORES |
ÚLTIMA
RECOGIDA |
Edificio
Central |
Inmediaciones
de Conserjería |
19/04/07 |
Edificio
A |
Inmediaciones
de Conserjería |
19/04/07 |
Edificio
B |
Inmediaciones
de Conserjería |
27/06/06 |
Edificio
C |
Inmediaciones
de Conserjería |
19/04/07 |
Edificio
D |
Inmediaciones
de Conserjería |
27/06/06 |
CITE
I (Química) |
Inmediaciones
de Conserjería |
27/06/06 |
CITE
II A (Física) |
Inmediaciones
de Conserjería |
09/11/06 |
CITE
II B (Biología) |
Inmediaciones
de Conserjería |
28/03/07 |
CITE
III (Matemáticas) |
Inmediaciones
de Conserjería |
28/03/07 |
EPS
(I.T.A) |
Inmediaciones
de Conserjería |
27/06/06 |
Biblioteca |
Inmediaciones
de Conserjería |
19/04/06 |
CAE |
CIDU |
27/06/06 |
Aulario I |
Inmediaciones
de Conserjería |
27/06/06 |
Aulario II |
Inmediaciones
de Conserjería |
27/06/06 |
Aulario III |
Inmediaciones
de Conserjería |
27/06/06 |
|
TOTAL
CONTENEDORES |
15 |
Clasificación
Según la legislación vigente, las pilas
convencionales y pilas botón consideran residuos peligrosos.
El Catálogo Europeo de Residuos (C.E.R.)
los clasifica dentro del grupo:
- CER 16: Residuos no especificados en otro capítulo de la
lista.
- CER 1606: Pilas y acumuladores
- CER (160603): Pilas que contienen mercurio. (Peligroso)
- CER (160604): Pilas alcalinas (excepto 160603). (No peligroso)
- CER (160605): Otras pilas y acumuladores. (No peligroso)
- El código de identificación del residuo según
la legislación vigente (R.D. 833/88-R.D. 952/97) es:
- Pilas convencionales: Q06 // D15 // S37 // C22 // H14 //A871 //
B0019
Ver etiqueta
- Pilas botón: Q06 // D15 // S37 // C16 // H14 //A871 // B0019
Ver etiqueta
Gestión de pilas en la UAL
En la UAL las pilas convencionales y
pilas botón, se gestionan de la siguiente manera:
Los usuarios depositan las pilas convencionales y pilas
botón, en los contenedores repartidos por toda la Universidad,
cuando estos estan llenos, el Secretariado de Política de Prevención
de Riesgos Laborales de la UAL se pone en contacto con el Servicio de
Mantenimiento para que proceda a su vaciado, seguidamente se depositan
las pilas en los contenedores especiales de almacenamiento que se encuentran
en el Almacén de Residuos, a la espera de su retirada por parte
de los responsables del Ayuntamiento de Almería.
Tipos de pilas
Estos productos están en el punto de mira de muchas
campañas organizadas por diversas entidades para procurar su recogida
selectiva y posterior reciclaje, o al menos su neutralización en
depósitos de alta seguridad, pues son omnipresentes y algunas de
sus variedades, potencialmente tóxicas.
Las pilas de uso corriente se suelen clasificar en dos
grandes categorías: de formato normal y pilas-botón.
Por lo que respecta a las de formato normal, las más usuales son
las salinas de carbón-zinc, y las alcalinas de manganeso. Las alcalinas
ofrecen mayor potencia instantánea y mayor duración, por
lo que están quitando cuota de mercado a las salinas. Actualmente
han eliminado por completo su contenido en mercurio: es la categoría
de "pilas verdes", o aquellas que declaran en su etiqueta no
contener cadmio ni mercurio en su composición, que se pueden encontrar
en cualquier establecimiento.
La clasificación de las pilas botón es
más compleja, pues sus diferentes tipos fueron creados para responder
a necesidades muy específicas de alimentación de energía
(audífonos, relojes, cámaras fotográficas, etc.).
Las pilas de óxido de mercurio, a consecuencia de la eliminación
de mercurio en las alcalinas de formato normal, han pasado a ser el tipo
de pila más contaminante.
Las otras modalidades de pilas botón tienen un
contenido más reducido en metales tóxicos. Las pilas botón
de ánodo de litio son las de tamaño más grande y
más alta densidad de energía. Se emplean en calculadoras,
cámaras fotográficas y relojes (el litio, aunque no es inocuo,
no es considerado como residuo tóxico). Las de zinc-aire aparecen
en los años 70 como alternativa a las de óxido de mercurio,
especilamente en audífonos. Las de óxido de plata se usan
especialmente en los relojes digitales. Su contenido en plata las hace
muy interesantes en la recuperación y reciclaje.
Las pilas recogidas se pueden clasificar según
su naturaleza:
Son las primeras que aparecieron y ya las usaban nuestros
abuelos. Tienen menos duración y potencia pero su contenido tóxico
es muy bajo. Se trata de la clásica pila seca de carbón-zinc,
que consta de una masa catódica central, generalmente de MnO2 –barra
de carbono y un ánodo salino exterior de zinc. Estas no son consideradas
como residuos tóxicos y peligrosos sino residuos especiales, con
lo que no existe obligación de cederlos a un gestor autorizado
de residuos tóxicos y peligrosos.
Estas pilas disponen de un ánodo de polvo de zinc
o de KOH. Este tipo de pila ofrece duración y potencia, pero a
costa de utilizar mercurio. Aunque el contenido tóxico por unidad
es menor que en las pilas botón, es suficiente para contaminar
175.000 litros de agua, más de la que bebe una persona durante
toda su vida. Además, el volumen de ventas de las pilas alcalinas
supera con mucho el de las pilas botón y sigue creciendo...
Aunque no existe técnica de reciclado de estas
pilas, está claro que no pueden echarse a la basura y que deben
ir a vertederos especiales donde pueda realizarse su eliminación
controlada. De todos modos, la solución, a la larga, es la sustitución
del mercurio por productos no peligrosos, como ya se hace en otros países
europeos.
- Acumuladores Níquel-Cadmio:
Este tipo de pilas, es menos frecuente, tiene la característica
de que pueden recargarse después de gastada, así que, bien
utilizada, puede durar años. Sin embargo, también son peligrosas,
aunque no contienen mercurio. En este caso, es el cadmio el metal tóxico
que emplean.
Así que, ¡nada de tirarlas a la
basura! Además, en otros países, ¡ya se reciclan!
Aunque hay de varios tipos las más frecuentes
son las pilas botón de mercurio, que son las que contienen más
mercurio por unidad.
Uno solo de esos pequeños botones podría
contaminar 600.000 litros de agua, una cantidad mayor que la que bebe
una familia de 4 miembros ¡durante toda su vida!
Las pilas botón de litio, en cambio, no contienen
ni mercurio ni cadmio, o sea que son una alternativa interesante para
evitar el consumo de los botones de mercurio. Las pilas botón pueden
reciclarse y recuperar así productos (mercurio entro otros) que
serán útiles otra vez.
Se distinguen pilas alcalino-magneso, litio, óxido
de mercurio, óxido de plata, zinc-aire o níquel-cadmio:
- Óxido de mercurio: primer
tipo de pilas botón comercializado, desde los años 50.
Empleadas sobre todo en audífonos también aparatos electrónicos
(cámaras fotográficas relojes etc). A consecuencia de
la eliminación de mercurio en las alcalinas de formato normal,
han pasado a ser con mucho el tipo de pila más contaminante.
- Pilas botón alcalinas: en relojes y calculadoras.
- Botón cinc-aire: Aparecen en los años
70 como alternativa a las de óxido de mercurio, especialmente
en audífonos.
- Botón de óxido de plata: Creadas en
los años 70, usadas especialmente en los relojes digitales. Su
contenido en plata las hace interesantes en la recuperación y
reciclaje.
- Botón de litio: son las que llegan más
recientemente al mercado, durante los años 80. Son las pilas-botón
de tamaño más grande y más alta densidad de energía.
Se emplean en calculadoras, cámaras fotográficas y relojes.
El litio, aunque no es inocuo, no es considerado como residuo peligroso.
En el mercado existen un nuevo tipo de pilas, conocidas
como verdes, ecológicas o biopilas. La ventaja de esta novedad
es que apenas contienen mercurio, así que no dan problemas de contaminación
y podemos echarlas al cubo de la basura.
Aunque pueden ser una alternativa interesante, no deben
constituir una excepción sino la regla general.
Soluciones para las pilas
Existen tres grandes tipos de actuaciones
para reducir el impacto sobre el medio ambiente de las pilas:
• Uso de pilas recargables: por lo
general acumuladores de níquel-cadmio. Existen en variados formatos
y pueden recargarse hasta 1.000 veces, según los fabricantes,
reduciendo en proporción la cantidad de residuos.
• Reducción paulatina de su contenido
en metales tóxicos: (especialmente cadmio y mercurio).
Una serie de directivas europeas y normativas españolas han ido
estableciendo en los últimos años límites cada
vez más estrechos al contenido en cadmio y mercurio de las pilas.
El resultado ha sido la eliminación total de estos metales en
algunos tipos de pilas o bien su reducción drástica en
otros. Además, la normativa obliga a que las pilas o acumuladores
cuyo contenido en metales pesados exija su recogida y eliminación
selectiva lleven un logotipo (un contenedor de basura tachado con una
X), así como a marcar con símbolos los indicativos del
contenido en metales (cadmio, plomo, mercurio).
• Recogida selectiva, con dos objetivos
principales: apartar del flujo común de residuos los
componentes potencialmente tóxicos de las pilas, y reciclar las
materias primas valiosas que contienen. La recogida selectiva de pilas
tiene ya cierta tradición, y se han realizado numerosas campañas
en diferentes localidades y comunidades autónomas.
Reciclaje
Desde hace unos años se viene insistiendo sobre
la necesidad de disponer en forma separada de las pilas. Entonces comienzan
a intentarse varios sistemas. Pero para decir cuál debe ser el
destino final de estas pilas debemos tener en claro cuál es su
composición y si por ende, producen o nó algún perjuicio
al medio ambiente.
Los fabricantes de pilas se han esforzado por entregar un producto que
tenga las virtudes de las pilas y a la vez, sea inocuo para el ambiente.
Este esfuerzo ha dado como resultado notables éxitos.Hoy en día
se utiliza menos del 10% del mercurio que se utilizaba para las pilas
fabricadas en la década de los 80.
Es importante tener estos conceptos bien claros :
- Las pilas botón son fabricadas con óxido
de mercurio (utilizadas especialmente en audífonos y algunos
relojes ).Tienen más del 30% de mercurio y de ahí su peligrosidad
en la degradación .
- Las pilas recargables son de níquel-cadmio.
Estas son las más perjudiciales para el medio ambiente debido
a la toxicidad del cadmio ( se utilizan para telefonía inalámbrica
y celular).Cuando se incineran producen vapores altamente tóxicos
y cancerígenos.
- Las pilas de uso doméstico, son las de carbón-zinc
y zinc-chloride ( las comunes coloradas y las llamadas "heavy duty"
), así como las alcalinas , fabricadas con manganeso ("energizer"),
no representan un problema ambiental.
Métodos
de disposición recomendados para pilas usadas |
TIPO |
PREFERENTEMENTE |
OPCIÓN |
Alcalinas |
Relleno
de Terreno |
Incineración |
Carbón-zinc |
Relleno
de Terreno |
Incineración |
Níquel-cadmio |
Reciclado |
Relleno
de Terreno |
Impactos potenciales en la disposición final
Los metales de mayor preocupación, presentes en
las pilas de uso doméstico, son el cadmio, manganeso, mercurio,
níquel y zinc.
Siempre, cualquiera sea el método de disposición ,hay una
posible liberación de estos metales.
La proporción de mercurio en la fabricación de las pilas
se ha reducido drásticamente. También ,en el caso del manganeso,
hay que recordar que es un material no soluble en el agua, por lo que
si se destina al relleno de terrenos no contamina el agua de las capas
subterráneas. El inconveniente que traería el manganeso,
ya que es tóxico cuando se lo inhala, es en el proceso mismo de
la fabricación de las pilas, donde los operarios deben resguardarse
del polvo suelto en el aire de la planta.
Con respecto a las pilas alcalinas, antes contenían
el 1,5% de mercurio en peso, ahora sólo el 0.025%.
Hay actualmente pocas plantas de reciclado de pilas. La energía
que se consume en el proceso de incineración para luego condensar
el mercurio, es enorme. Los residuos que quedan en el horno son recobrados
por reducción carbo-térmica. El manganeso y el hierro son
recobrados como ferro-manganeso. Todo el proceso genera un gasto superior
irrecuperable en cuestiones de recomposición de los materiales.
La técnica de la incineración permite destruir
el material y convertirlo en ceniza inerte. Los constituyentes más
volátiles, como el cadmio, el mercurio y el zinc, se incorporan
a los gases en forma de partículas finas. La proporción
de estos contaminantes descargados al medio ambiente depende de la efectividad
de operación del equipo.
El manejo de esos residuos de combustión , donde
algunos de los metales puede haberse convertido en compuestos móviles
como cloruros, configura un riesgo adicional en esta tarea.
Respecto a los rellenos de terreno, hay que reconocer
que en la descarga de estos productos, encontraremos una acumulación
de metales que pueden generar descargas eléctricas y gases inflamables.
Si se efectúa una separación de las pilas
hogareñas de las pilas botón (óxido de mercurio)
y las recargables (níquel-cadmio), suponiendo que éstas
últimas sean destinadas a lugares de relleno separados, tendríamos
el problema solucionado.
Pero para que las mejores condiciones se den, los lugares
previstos deberán asegurar su estanqueidad (esto es, que no se
filtren los elementos a través del suelo), también se deberá
asegurar un monitoreo continuo de las concentraciones. Allí tendríamos
estos materiales inmovilizados dentro de un medio de procesos químicos
como la absorción y precipitación controlada gracias a láminas
impermeabilizantes, lechos de cal y un sistema de recolección de
filtraciones. Claro que con una mayor concentración de estos elementos
tóxicos, tanto mayor es el riesgo de que ocurran fallas en el sistema,
ya que es muy difícil en principio asegurar esa estanqueidad total
prioritaria.
Debemos tomar en cuenta, entonces, el riesgo que se asume
cuando se quiere acumular todo este material junto. Si el vertedero, en
cambio, se encarga de asimilar la basura doméstica junto con estos
elementos, las proporciones de las sustancias disminuyen y su degradación
puede ser mejor asimilada. |