Escenario: Ofrece requerimientos más simples que las demás de Esquilo. Al fondo vemos un edificio con tres puertas; la central ha de ser bastante ancha; de las laterales una no será practicable y figurará en el panel pintado por razones de simetría, pero la otra hará falta, quizá no en Agamenón, pero desde luego, en Coéforas. Dicha construcción representará en las dos primeras piezas el palacio de Agamenón y en las Euménides dos templos sucesivos. Estamos, pues, en Argos. Delante de la fachada son visibles algunas imágenes de dioses (cf. v. 519 la expresión del heraldo al ver el palacio “..hogar querido,.., dioses encarados al sol”), y en concreto Apolo, a quien Casandra invoca (v. 1072). A diferemcia de los Persas en esta obra no constituye un simple fondo para la acción, sino que los personajes entran y salen a escena a través de la casa.
Desde la azotea, quizá una torreta lateral, habla el Vigía. Clitemnestra entra por la puerta del palacio dos veces (258 y 354; algunos piensan que entra antes, en 83, y que permanece muda); el heraldo lo hace por un lateral (503 y 680); en 783 un carro entra en escena, llevando a Agamenón y Casandra; Clitemnestra sale por la puerta principal con esclavas cargadas de tapices rojos; Agamenón y Clitemnestra entra a palacio por la puerta grande que queda abierta; Clitemnestra volverá a salir a por Casandra; la profetisa invoca a Apolo, en forma de estatua cercana, baja del carro, que el séquito se lleva inmediatamente, y entra por la puerta que sigue abierta (1326); a continuación se oyen los gritos de Agamenón desde palacio (con la puerta abierta, si no no se le oiría); en 1372 aparece el ekkyklema con los cuerpos de Agamenón y Casandra (la puerta debe ser ancha para que se pueda ver algo del interior de la barraca desde los laterales); Agamenón aparece envuelto en un vestido, como un pez atrapado en una red; en 1401 Clitemnestra baja del ekkyklema que no se repliega hasta el final; Egisto llega del campo y ambos entran en palacio al final.

Contenido: Es de noche. El vigía, en lo alto, espera noticias por medio de antorchas. Este hombre sencillo expresa una honda piedad por los sufrimientos de la casa de los Atridas. Sus palabras dejan en el auditorio un sentimiento de angustia por lo que va a ocurrir. Realiza una clara labor de ubicar al espectador en la tragedia.