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(Se oye gritar dentro.) AGA.- ¡Ay de mí! ¡Me han herido de un golpe mortal en las entrañas! CORIFEO.- ¡Calla! ¿Quién grita, herido de un golpe de muerte? AGA.- ¡Ay de mí nuevamente! ¡Me han herido otra vez! CORIFEO.- Por los gritos de dolor del Rey, me parece que el crimen
ya se ha ejecutado. Deliberemos entre todos por si de algún modo
hubiera decisiones seguras.
-Os
digo mi opinión: hacer correr la voz entre los ciudadanos, para que
acudan aquí, a palacio. |
1350 |
-Pero
a mí me parece que, cuanto antes, caigamos sobre ellos y les
probemos su crimen con el puñal chorreando sangre recién vertida.
-Yo
soy de la misma opinión y votaré por hacer algo. No es momento de
andar con demoras.
-Está
visible, pues su preludio es como si dieran indicios de tiranía para
la ciudad.
-Pues
estamos perdiendo el tiempo, mientras, en el suelo, ellos pisotean
nuestra fama de vacilantes y no se duermen en la acción.
-No
sé; se me ha ocurrido un consejo que digo: es también propio del que
hace algo el meditar acerca de ellos. |
1360 |
-También
yo pienso así, porque difícilmente podemos resucitar con palabras al
muerto.
-¿Acaso,
por alargar nuestra vida, vamos a ceder ante esos cabecillas que son
la deshonra del palacio?
-¡Intolerable!
Prefiero morir. Más dulce es la muerte que la tiranía.
-¿Por
sólo unos indicios de gemidos vamos a ser adivinos de la muerte de
nuestro Rey?
-Debemos
hablar de ello, cuando estemos seguros. Dista mucho el hacer
conjeturas de saberlo con claridad. (Los coreutas hacen signos de aprobación.)
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1370 |
-Me
pongo de parte de la mayoría, que por todos lados hace signos de
aprobación a esa propuesta: saber con claridad cómo se encuentra el
Atrida. |